domingo, 20 de septiembre de 2009

FINALISMO



INICIADORES...
HANS WELZEL

A los 19 años comenzó sus estudios en la Universidad de Jena. Aunque se inició estudiando matemáticas, pronto cambió al estudio del Derecho. Se nutrió en Filosofía del Derecho.
En 1936 fue designado profesor interino en la Universidad de Göttingen, en la que un año más tarde se lo designaría como profesor extraordinario.
En 1939, publicó Estudios sobre el sistema del derecho penal, donde aparece el bosquejo de un sistema de derecho penal sobre la base de la teoría final de la acción.

ELEMENTOS
El finalismo o teleología es la teoría filosófica según la cual existen entidades capaces de tener una conducta final o propositiva. La conducta final es aquella que se hace para la realización de un fin, propósito o meta. En la medida en que dicha conducta parece exigir la referencia al conocimiento de una situación futura y a la posibilidad de acomodar la realidad para la realización de dicha meta, muchos autores consideran que la conducta finalista hace necesaria la presencia de las mentes. Un problema filosófico esencial es averiguar qué entidades tienen conducta final propiamente dicha. Esto es claro en el caso del hombre, pero algunos filósofos griegos creyeron que también los seres naturales ―animales, plantas y seres inertes― son capaces de dicho comportamiento. Así lo pensaron Platón y Aristóteles, y antes Anaxágoras. Cuando se intenta explicar la conducta de los seres no humanos en términos de conducta final, se acaba considerando que debe existir un ser que haya dado a los seres naturales las metas o propósitos que parecen manifestar y la capacidad para realizarlos. De ahí que la explicación teleológica del movimiento al final acabe siendo también una explicación teológica y los que la defienden acaben postulando la existencia de un Dios ordenador o arquitecto del mundo.

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